El 13 de junio, el Consejo Europeo alcanzó un acuerdo significativo sobre una posición común de los Estados miembros respecto a una nueva ley que mejorará la cooperación entre las autoridades nacionales de protección de datos en la aplicación del Reglamento General de Protección de Datos (GDPR).
El GDPR establece que las autoridades nacionales de protección de datos, encargadas de su aplicación, deben cooperar en casos que involucren el procesamiento transfronterizo de datos. Esta nueva regulación busca fortalecer esa cooperación, proporcionando herramientas para acelerar el manejo de quejas transfronterizas presentadas por ciudadanos u organizaciones, así como cualquier investigación posterior.
Una vez adoptada, la regulación facilitará este proceso mediante la armonización de los requisitos necesarios para que una acción transfronteriza sea admisible. Esto significa que, sin importar en qué lugar de la UE un ciudadano presente una queja relacionada con el procesamiento transfronterizo de datos, la admisibilidad de dicha queja será juzgada en base a la misma información y criterios uniformes.
El siguiente paso en este proceso es que el Consejo Europeo inicie negociaciones con el Parlamento Europeo para alcanzar un acuerdo común sobre esta nueva regulación.
Esta medida representa un avance crucial en la protección de datos, asegurando que las quejas transfronterizas se manejen de manera eficiente y coherente en toda la Unión Europea, garantizando así una mejor protección de los derechos de los ciudadanos en el entorno digital.