El 24 de mayo, el Consejo Europeo dio su aprobación final a la Directiva de Diligencia Debida en Sostenibilidad Corporativa (CSDDD), tras la votación previa del Parlamento Europeo el 24 de abril. Esta nueva legislación establece obligaciones significativas para las grandes empresas europeas, con el objetivo de mitigar los impactos adversos de sus operaciones en los derechos humanos y el medio ambiente.
La CSDDD aplica a empresas con más de 1000 empleados o una facturación anual superior a 450 millones de euros. Estas empresas deberán llevar a cabo una diligencia debida respecto a cómo sus actividades afectan tanto los derechos humanos como la protección ambiental, desde la producción hasta la distribución y más allá a lo largo de su cadena de suministro.
La directiva no solo impone obligaciones sobre las operaciones directas de las empresas, sino que también extiende su alcance a las actividades de sus subsidiarias y socios comerciales. Esto significa que las empresas deben asegurar que sus prácticas comerciales no contribuyan a impactos negativos evitables en los derechos humanos y el medio ambiente.
La aprobación de esta directiva marca un paso significativo hacia la sostenibilidad corporativa en Europa, asegurando que las grandes empresas asuman una responsabilidad clara y legal en la gestión de sus impactos sociales y ambientales. Se espera que estas medidas promuevan prácticas empresariales más responsables y transparentes, alineadas con los objetivos de desarrollo sostenible de la UE.