El Vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, formó parte de la reunión plenaria del Parlamento Europeo celebrada el 10 de julio de 2020. En dicha sesión, se trataron los planes de la Unión Europea para la recuperación del sector cultural tras el COVID-19.
Schinas señaló que la cultura es parte del ADN europeo y debe ser preservada a toda costa. Así mismo, recordó los planes y programas de ayuda europeos abiertos a los sectores de la cultura y la creación, entre los que destacan los fondos de la política de cohesión, el programa SURE y el marco temporal de medidas de ayuda estatal.
Por otro lado, el comisario subrayó la flexibilidad del programa Europa Creativa para responder a la crisis pandémica. Además, anunció una convocatoria de propuestas de 2,5 millones de euros en el contexto de la iniciativa Music Moves Europe de la Comisión Europea. Se trata de un innovador plan de apoyo para ayudar al sector cultural tras la crisis. Durante el debate se anunció que una de las Comunidades de Conocimiento e Innovación «KIC», se dedicará al desarrollo, investigación y fomento de las industrias culturales y creativas.
Por su parte, todos los grandes grupos que conforman el Parlamento Europeo (Partido Popular Europeo, Socialdemócratas y Socialistas, Renew Europe-Liberales y los Verdes) insistieron en la importancia de la inclusión de la cultura en el plan de recuperación de la Unión Europea.
La eurodiputada alemana Petra Kammerevert declaró que el sector cultural no está recibiendo su parte correspondiente del fondo de recuperación. Por ello, instó a la Comisión Europea a poner el 2% del fondo de recuperación a disposición de los sectores culturales y creativos, y a no dejar las medidas de ayuda al sector en manos de los Estados miembros.
Los miembros de la Comisión de Cultura y Educación del Parlamento Europeo (CULT) instaron una vez más a la Comisión Europea a no recortar el programa Europa Creativa, tal y como se prevé en la nueva propuesta, donde su presupuesto se vería reducido de 1.850 millones de euros a 1.500 millones de euros, en comparación con la propuesta de 2018.
En septiembre de 2020, el Parlamento Europeo votará una resolución con sus recomendaciones.