El 4 de febrero de 2025 tuvo lugar en Bruselas el mayor debate sobre política cultural del año, dirigido por la sociedad civil: Culture Action Europe, la Fundación Europea de la Cultura y Europa Nostra. El debate giró en torno al Acuerdo Cultural para Europa, un llamamiento para dar prioridad a la cultura en las políticas de la UE, desarrollar una estrategia cultural sólida y asignar el 2 % de la financiación de la UE a la cultura.
El acto reunió al Comisario de Cultura, Glenn Micallef, y a funcionarios de la Comisión Europea, a cinco diputados del Parlamento Europeo, entre ellos la Presidenta de la Comisión CULT, Nela Riehl, a la Presidencia polaca del Consejo de la UE, a agregados culturales de los Estados miembros de la UE y a representantes de redes y organizaciones culturales europeas: en total, 120 participantes in situ y 1.000 en línea.
A través de cuatro paneles y cuatro entrevistas en el escenario, Culture Action Europe destila sus mensajes clave y los resultados de la Conversación Política.
- El reconocimiento de la cultura debe ir más allá del sector cultural e integrarse en las políticas emblemáticas de la Comisión: desde el nuevo Fondo de Competitividad y la agenda de seguridad y preparación hasta la investigación, el desarrollo de competencias y la regulación de la IA.
- La cultura es donde primero se ataca a la democracia, por lo que debe ser donde comience la resistencia de la UE. Esto significa mantener la sostenibilidad del ecosistema cultural: confiar en los artistas y pagarles, garantizar la autonomía de las organizaciones culturales, empoderar a la sociedad civil, apoyar los proyectos culturales de base, invertir en infraestructuras culturales e incluir la libertad artística en el Informe sobre el Estado de Derecho.
- Las instituciones europeas deben aprender de la capacidad de recuperación cultural de Europa del Este (Ucrania, Georgia y Serbia). La UE debe apoyar a los Estados candidatos y a los países vecinos que luchan por los valores europeos reforzando la sociedad civil de Georgia y Serbia y destinando el 2% de los activos rusos congelados a la recuperación cultural de Ucrania.
- La Brújula de la Cultura debe garantizar un programa Europa Creativa fuerte y bien financiado para apoyar a los artistas y contenidos culturales europeos. Al tiempo que proporciona un marco estratégico unificador, la Brújula debe preservar el componente cultural en otros ámbitos políticos, ya que refuerza la naturaleza abierta y cocreativa del sector.
- Aceptar el poder real de la cultura. No es ni un activo, ni un lujo, ni una obligación. La cultura desafía la utilidad y la finalidad inmediatas; es un acto de libertad y, en ello, la esencia de la propia Europa.